La economía plateada o «silver economy» es entendida principalmente como los productos y servicios que consumen y compran las personas mayores, así como el empleo en el que participan o generan directamente o indirectamente, ya que son un segmento cada vez más relevante de la población activa.

Si bien es común referirse a “personas mayores” como a las mayores de 65 años o jubiladas, generándose una asociación entre “silver economy” y economía de las personas jubiladas. La Comisión Europea y otros organismos  sitúan en la economía plateada a las personas mayores de 50 años.

El colectivo senior, en consecuencia, incorpora una demografía variada con necesidades diversas y  no puede definirse en términos sencillos, dado que existen diferencias significativas en sus necesidades dependiendo de sus condiciones de salud, su  formación, su lugar de residencia o capacidad económica, entre otros aspectos.

El concepto “economía plateada” aglutina sectores tan diversos como la sanidad, los cuidados, la banca, los seguros, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, la moda, la cosmética, la gastronomía, la formación, el deporte, el ocio y el turismo, entre otros. Algunos de estos sectores se solapan, pero todos ofrecen diferentes oportunidades, especialmente si tenemos en cuenta las tendencias mundiales en tecnología, digitalización, longevidad o movilidad.

La esperanza de vida, el poder adquisitivo, la disponibilidad de tiempo libre, y la mejora de las condiciones de salud de las generaciones de más edad están convirtiendo a los colectivos senior en actores cada vez más relevantes en términos económicos, impulsando un sector en crecimiento en todo el mundo.